Two poems by Silvia Guerra, translated from Spanish by Jesse Lee Kercheval and Jeannine Marie Pitas
Pray gather me, Anemone
Thy flower forevermore!
—Emily Dickinson
Gather me to you voluptuous
carnal anemone of loving green
lock me up with you in this fervent sea
in the saltiness, persistent self
coming and going, dark tide
in transparent darkness
dragging all things from the sea
smelling of salt, impregnated with
green transparency. Like your voluptuous
supple anemone, brown and without obvious
meaning hide me with you in your fluid
beauty, of green habitual darkness.
(tu flor ya para siempre)
–Emily Dickinson
Recógeme de ti anémona carnal
voluptuosa de verde enamorada
enciérrame contigo en ese mar ferviente
en lo salado, persistente de sí
yendo y viniendo, oscura la marea
en transparencia oscura
arrastrando de mar todas las cosas
olorosas en sal, impregnadas de verde
transparencia. Como tú anémona flexible
voluptuosa, marrón y sin sentido en lo
aparente escóndeme contigo en tu belleza
móvil, de verde oscuridad, acostumbrada.
There’s a girl at the edge of the fountain
who scatters petals over the water.
One petal, another petal.
A geranium pulling petals off another geranium.
One distant day, many days in the future
she might be seated in another place and see
another girl who in endless succession
is sitting on the edge of another fountain
and scatters other petals
from other geraniums over the water.
Then perhaps, far away, a stone
will turn over in her memory.
Something will change place and through a strange
gust of wind in the air she will remember
suddenly
sitting on a distant fountain
casting petals on the water
from geraniums with this same scent.
Es una niña al borde de la fuente
que le pone pétalos al agua.
Un pétalo, otro pétalo
Un malvón deshojando otro malvón.
Un día lejano, dentro de muchos días
quizás esté sentada en otro sitio y vea
a otra niña que en sucesión interminable
se siente al borde de otra fuente
y ponga otros pétalos
de otros malvones sobre el agua.
Entonces quizá, remotamente, una piedra
se vuelque en su memoria
Algo cambie de sitio y por una rara
ramazón de aire se recuerde
sentada en una fuente lejana
poniendo pétalos al agua
de unos malvones con este mismo olor
de pronto.